Este sábado decidimos sacar el billete para viajar en el “tren de la nostalgia”, aunque ninguno de nosotros haya tenido la oportunidad de verlo en funcionamiento, pero es algo que no sé por qué se echa de menos. Para saber un poco más sobre este ferrocarril tenemos que remontarnos a principios del siglo XX.
El 11 de marzo de 1905 se constituye
la Sociedad Ferrocarriles Suburbanos de Málaga S.A. con un capital inicial de
cuatro millones de pesetas, en su mayoría extranjero, y que vendría a detentar
la concesión del tendido férreo durante 99 años. Tres fueron las líneas que se
hicieron e inauguraron, y en el siguiente orden: Málaga-Vélez, Málaga-Coín,
Vélez-Málaga-Ventas de Zafarraya.
La primera de las líneas
trazadas fue la de Málaga- Vélez Málaga, cuya concesión fue otorgada por Real
Orden de 12 de julio de 1906. A finales de enero de 1908 el tren de cremallera
de Vélez hacía su primer víaje desde la capital a Torre del Mar.
La línea Vélez-Málaga-Ventas de
Zafarraya, una de las tres que formaron la red de ferrocarriles de la provincia
de Málaga, de 31 kilómetros, estuvo construida en dos tramos: el primero, de
Vélez a Periana, fue inaugurado el 11 de junio de 1914.
El segundo tramo fue el más
ambicioso: el plan era continuar hasta Granada por Alhama pero no se logró
llevar a cabo. A las Ventas llegó el tren el 20 de agosto de 1922, ocho años
después que a Periana, tardanza debida a la Primera Guerra Mundial, ya que el
accionista mayoritario era belga, y también a la dificultad de su ejecución por
las características orográficas: se diseñó un ferrocarril de vía estrecha
(1.000 mm.), con tres tramos de cremallera, que alcanzaba la cota de 1.000
metros sobre el nivel del mar al dejar la provincia de Málaga en el Boquete de
Zafarraya.
El 10 de diciembre de 1959 dejó
de funcionar la línea Vélez-Ventas de Zafarraya y el 23 de julio de 1968 la de
Málaga a Vélez-Málaga.
A las 8 y 30 todos preparados, tomamos dirección hacia las Ventas de Zafarraya. Dejamos los coches aparcados en el área recreativa del Boquete de Zafarraya que será nuestro inicio y fin de ruta y nos ponemos en marcha, eso sí, con mucho viento y un poquito de frio.
Este camino es parte del GR-242 Sendero de Gran Recorrido
"Sierra de Tejeda-Almijara", recorrimos un total de unos 19
kilómetros en 4 horas y media, y su dificultad es baja.
Empezamos pronto a ver los primeros vestigios de la antigua
infraestructura, aunque en realidad, de la línea férrea solo quedan los pasos
elevados y los puentes con los que la
vía salvaba desniveles.
Pudimos disfrutar, también, del paisaje que se divisa por el
camino , los Montes de Málaga, el Mediterráneo, el embalse de La Viñuela, el
Boquete de Zafarraya, el valle de Vélez-Málaga y la Maroma espectacularmente
nevada.
Es una pena que el final de la ruta, ya llegando a Periana,
tengamos que pasar por una escombrera "algo" incontrolada. Es incomprensible que no se haya hecho nada
para trasladar de sitio este vertedero
que contrasta tanto con la belleza del paisaje. Este camino es lo más parecido
a una Vía Verde, con poco esfuerzo y escasa inversión lograría ser un precioso
recorrido.
Ya a la vuelta, tuvimos que ir subiendo la constante pero
escasa pendiente que anteriormente habíamos bajado. Decidimos también visitar las ruinas de lo que antiguamente era
una mezquita.
Llegados de nuevo al área recreativa, decidimos dejar para
otra ocasión la subida al mirador y la visita de la cueva del Boquete de
Zafarraya, que es el yacimiento de la península Ibérica donde se han podido
encontrar mayor número de restos del hombre de Neanderthal.
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